燕or qu?creo en lo que creo?

Si no hacemos preguntas atrevidas sobre lo que creemos no crecemos interiormente, no asumimos conscientemente lo que nos dijeron de peque os que deber amos creer. Creer como se cree de ni o o de joven no es lo mismo que como se cree de adulto puesto que se han adquirido marcos de referencia que permiten analizar cr ticamente lo que nos ense aron de la religi n, de Dios, de la vida despu?'s de la muerte, del sentido tico y moral de la presente vida. De adulto se tiene la capacidad desarrollada para percibir las contradicciones entre lo que se ve y se constata en el diario vivir, y lo que dicen los "profesionales" que debe ser la realidad espiritual. No escribo como te logo, aunque estudi teolog a. No escribo como fil sofo, aunque estudi filosof a. No escribo como soci logo aunque estudi sociolog a. No quiero hacer un tratado de teolog a, ni de filosof a, ni de sociolog a. Escribo para creyentes como yo, que est n en la b squeda de respuestas m?'s satisfactorias a las preguntas que tienen de su fe cristiana. Escribo con el fin de compartir estas reflexiones que han zumbado por mi esp ritu inquisidor y que, s lo en la soledad del encuentro personal con mi propia autenticidad en el pensar y sentir, he encontrado soluciones satisfactorias. Escribo para compartir con los que lean estas ideas duramente trabajadas, que me han servido para solucionar las contradicciones que he encontrado en la fe cristiana con la que crec . Mi empe o al escribir estas notas es compartir con el lector aquello que me llev a sentirme vivo en mi fe, vibrando de emoci n al comprender y aceptar que hay diferentes perspectivas que pueden iluminarnos y llevarnos a entender que Dios se manifiesta de diferentes formas de acuerdo con la cultura, con los esquemas mentales, con la riqueza del tiempo, con la antig edad y madurez de aquellos a quienes l les habla, en cada etapa en que l decide que tiene que hacerlo porque ese segmento de la humanidad lo necesita. Esta es pues, una invitaci n de coraje. Acomp eme, estimado lector, en la revisi n audaz de muchas creencias con las cuales nos criamos y absorbimos sin ning n cuestionamiento para descubrir respuestas diferentes y valederas.