Cárcel de Amor

Aunque me falta sufrimiento para callar, no me fallece conocimiento para ver cu嫕to me estar燰 mejor preciarme de lo que callase que arrepentirme de lo que dijese. Y puesto que as?lo conozca, aunque veo la verdad, sigo la opini鏮. Y como hago lo peor nunca quedo sin castigo, porque si con rudeza yerro con vergnza pago. Verdad es que en la obra presente no tengo tanto cargo, pues me puse en ella m嫳 por necesidad de obedecer que con voluntad de escribir. Porque de vuestra merced me fue dicho que deb燰 hacer alguna obra del estilo de una oraci鏮 que envi?a la se隳ra do鎙 Marina Manuel, porque le parec燰 menos malo que el que puse en otro tratado m甐. As?que por cumplir su mandamiento pens?hacerla, habiendo por mejor errar en el decir que en el desobedecer, y tambi幯 acord?enderezarla a vuestra merced porque la favorezca como se隳r y la enmiende como discreto. Como quiera que primero que me determinase estuve en grandes dudas: vista vuestra discreci鏮 tem燰, mirada vuestra virtud osaba; en lo uno hallaba el miedo, y en lo otro buscaba la seguridad, y en fin escog?lo m嫳 da隳so para mi vergnza y lo m嫳 provechoso para lo que deb燰. Podr?ser reprehendido si en lo que ahora escribo tornare a decir algunas razones de las que en otras cosas he dicho. De lo cual suplico a vuestra merced me salve, porque como he hecho otra escritura de la calidad de esta no es de maravillar que la memoria desfallezca. Y si tal se hallare, por cierto m嫳 culpa tiene en ello mi olvido que mi querer. Sin duda, se隳r, considerando esto y otras cosas que en lo que escribo se pueden hallar, yo estaba determinado de cesar ya en el metro y en la prosa, por librar mi rudeza de juicios y mi esp甏itu de trabajos. Y parece, cuanto m嫳 pienso hacerlo, que se me ofrecen m嫳 cosas para no poder cumplirlo. Suplico a vuestra merced, antes que condene mi falta juzgue mi voluntad, porque reciba el pago no seg mi raz鏮, mas seg mi deseo.