En La Boca de los Caimanes: ¿Qué es normal?

En la Boca de los Caimanes (2017-2023) es la 鏕era prima en el g幯ero de la novela del mico y poeta margarite隳 Juan Ortiz. Esta es la primera entrega de una trilog燰 identitaria que narra la historia de la fundaci鏮 de un pueblo m癃ico a orillas del mar Caribe donde los eventos m嫳 inusuales pueden pasar.
La obra, aunque tiene como referente cultural un pueblo de la Isla de Margarita llamado Punta de Piedras -pueblo natal del autor-, puerto pesquero y de embarque con gran pasado hist鏎ico en lo concerniente a la explotaci鏮 perl璗era, no deja de ser una narraci鏮 latinoamericana que exhibe con agraciadas y delicadas pinceladas la cultura y la idiosincrasia del pa疄 del siglo pasado. Las primeras p墔inas del texto nos reciben con versos introductorios -a manera de pr鏊ogo po彋ico- que denotan un enorme apego a un tiempo que ya fue, una gran a隳ranza aclamada desde el cari隳 y lealtad de la tierra isle鎙.
En la novela, aparte de encontrar una est彋ica que cuida cada una de las historias, se recrea y se hace veros璥il una profunda reflexi鏮 y un afecto inspirado por las lecturas universitarias que el escritor margarite隳 hiciera de El coronel no tiene quien le escriba (1961), Cien a隳s de soledad (1967), El amor en los tiempos del c鏊era (1985), entre otras del homenajeado Gabriel Garc燰 M嫫quez, quien tiene una presencia en ausencia en el relato de En la Boca de los Caimanes.
A lo largo de los treinta cap癃ulos identificados, confeccionados con una prosa esmerada, el escritor logra construir varias historias que perfectamente pueden leerse sin seguir la secuencia de la p墔ina -al estilo de Julio Cort嫙ar, propuesto en el tablero de direcci鏮 de Rayuela-, sin interrumpir la lectura de las an嶰dotas que se narran en el texto. Juan Ortiz adem嫳 alterna cap癃ulos de un tono po彋ico a uno narrativo donde se ree la nostalgia con el drama, la alegr燰 con el llanto y una constante dicotom燰 entre lo real y lo imaginario.
En la Boca de los Caimanes, desde la ficci鏮 se abraza la realidad puntapedrera -aquella parte que ha servido de fuente inspiradora-, se aferra a todos los aspectos y rincones del pueblo, pues recrea a trav廥 de personajes ficticios y reales la geograf燰, la flora, el mar y la naturaleza del lar al que sentidamente homenajea. Otro aspecto importante y que el autor logra dise鎙r, quiz嫳 desde su formaci鏮 musical, es el car塶ter polif鏮ico de la obra. Los distintos textos literarios presentes en la novela, como la poes燰, la cr鏮ica, la leyenda -una literatura oral que a permanece en la memoria colectiva-, la narrativa y hasta los impl獳itos mon鏊ogos internos forman un todo arm鏮ico que luce a trav廥 del coro de voces literarias y l甏icas. El autor salta de la historia a la cr鏮ica y de 廥ta a la poes燰 y a la ficci鏮 para construir su propio universo en el lugar llamado La Boca de los Caimanes, como lo apunta en las primeras p墔inas del libro.
En esta creaci鏮 literaria no s鏊o describe una realidad social, cultural, geogr塻ica e hist鏎ica y familiar, sino, simult嫕eamente, la realidad individual de cada uno de sus personajes: la historia del autismo de Fiorela, la historia de Yayo Vargas y la Flota Mondequera, la historia m嶮ica, dram嫢ica y los amores clandestinos del griego Eugenio Crisis -donde lo er鏒ico no deja de sorprendernos en algunos pasajes-, la historia del patriarca y el linaje de los Cede隳 y su pasi鏮 por las d嶰imas; la historia de Gloria, la vidente, y la historia del artesano del pueblo (un hombre que med燰 m嫳 de dos metros de altura), adem嫳 de otras historias individuales donde los protagonistas son el viento, la noche, las l墔rimas, el amor y el mar -este timo se presenta en el relato como una constante que genera un misticismo ico y que cobija las interacciones de los personajes y el quehacer diario-.