¿Te cuento una Historia?: La Bruja

Fragmento tomado de la obra: -" Benito Benito " Grit , pero no me respondi . Otro gru ido proveniente de mi derecha llam mi atenci n; el sonido estaba muy cerca de m como para ignorarlo. Instintivamente volte la cara hacia el gru ido para ver si pod a ver algo en la oscuridad.El viento estaba empezando a entrar de nuevo por la ventana, pens que tal vez hab amos estado durante un minuto en el ojo del hurac n -o lo que fuera- y ahora ven a el resto de l, a pasarnos por encima.Algo me salt encima, derrib ndome al suelo; me golpee la cabeza contra los barrotes de ca da al suelo.Pens que hab a sido Benito el que me salt encima, en un arranque histeria, pero tuve que descartar eso en cuanto puse mis manos sobre 'eso.' Aquello ten a m s la forma de una bestia que la de un humano. Ten a grueso pelaje, tieso e hirsuto; el animal era bastante pesado. Trat de quit rmelo de encima y vi un par de ojos rojos en la oscuridad, mir ndome con fijeza.No hab a tiempo para pensar o reflexionar en lo que pasaba en ese momento. Claramente el perro ese trataba de morderme a como diera lugar, yo lo nico que pens en hacer fue poner mis manos sobre su cara y hundir mis pulgares en sus ojos, usando toda la fuera que me quedara. Escuch al animal chillar de dolor y los dos destellos en rojo desaparecieron.Aprovech ese momento para voltearme y sacar los brazos por entre los barrotes de la celda, tratando de encontrar el rifle de doble ca n. Lo encontr y lo pas por entre las barras. Gire a tiempo de ver un leve destello de rojo enfrente de m y asum que ser a uno de sus ojos. No hab a espacio entre la criatura y yo para apuntar el largo rifle por lo que us la culata para golpearlo -en donde pens estar a la nariz del animal. Escuch otro chillido seguido de un gru ido enfurecido. Me empuj con las piernas hacia la esquina de la celda, tratando de poner distancia entre los dos. Cort cartucho y apunt el arma hacia su cara. Dispar . Cort cartucho en sucesi n y dispar de nuevo. El viento rug a dentro de la celda nuevamente. Y el peso encima de mi comenz a hacerse m s ligero, como si la criatura se estuviera encogiendo o como si estuviera elev ndose del suelo. Dispar de nuevo y escuch un lejano lloriqueo de perro haciendo eco en la celda.De pronto sent unas manos gruesas en mi cuello, tratando de estrangularme. Me pareci que era una persona peque a pues no pesaba mucho encima de m , pero ten a manos inusualmente grandes y fuertes. Solt el rifle y puse mis manos encima de la suyas -en la oscuridad de la noche, y palp muchos anillos grandes, de distintas formas, los dedos eran gruesos y estaban torcidos. Tambi n sent u as afiladas sobre la piel y no pude respirar.