El Festín de Los Hambrientos

Es la historia de unos migrantes que decidieron volver a su pa s de origen despu s de tanto tiempo y se encuentran atrapados en un mar tempestuoso de las inseguridades, creyendo que esto eran cosas del pasado, cuando la poblaci n viv a de los sobresaltos, que en cualquier momento ven an a buscar alg n perseguido pol tico (comunista), que la justicia tachaba como un vil delincuente por sus ideas disidentes; y m s por las manifestaciones p blicas de las huelgas, por la inestabilidad que ha creado el gobierno, con su nefasta pol tica de la proliferaci n de las armas de fuego y la distribuci n de las pobrezas, por el alto costo de la vida y la falta de oportunidades que obligaron a emigrar; y dejaron a la poblaci n m s vulnerable sumida en el consumo del flagelo de las drogas, -cuando crearon el puente internacional del narcotr fico-, sometiendo la voluntad humana para que no pudiera discernir con claridad, ni tomara decisiones que incidieran en la vida pol tica de la naci n porque estigmatizaron a los que cayeron en el vicio, como seres sin ninguna reputaci n e importancia; por la usurpaci n de todos los poderes de un Gobierno, con el tr fico de influencia, la corrupci n y el crimen, con las bandas delictivas de malhechores, y los matones a sueldos que no dieron abasto a la demanda por la delincuencia desatada en todos los estratos sociales de la sociedad dominicana, convirti ndola en un Estado fallido de guerra no declarada; donde sometieron a la poblaci n al temor infundado, por la cobard a y la falta de capacidad de gobernar una naci n; donde el ciudadano Juan Ramos fue una de las v ctimas de la delincuencia del sistema, por una de las bandas de malhechores en el Cibao, dirigidas por el Polic a Manuel V lez (Matulanga); pero las investigaciones de C sar Ramos llevar an al esclarecimiento de la intr ngulis que ir a m s all de ese estado de inseguridad que hab an sometido a la poblaci n a la ignorancia y el olvido; a pesar de los malos entendidos de sus padres, hermanos y amigos que no lo entendieron, que le criticaron su vida personal por todas las vicisitudes que pas con su familia, con su mujer y, por las injusticias sociales que jur defender, como el ideal que tambi n forj Don Quijote de la Mancha.