La vida pasa mientras tanto

Vivencias que regresan con aroma a lavanda; cielos por los que corren presagios como nubes de tormenta; d燰s en los que la vida nos susurra que ha llegado el momento de abandonar la huida; una mujer surgida de un vaso de prosecco en la neblinosa noche veneciana de Gi?Schiavi, un im嫕 al que es inil resistirse; las dos eternas tragedias de este mundo que juegan con nuestros deseos; historias en las que siempre gravita un tri嫕gulo; una vida marcada por haber sido malparido; lo que ocurre al comprobar que el arma m嫳 mort璗era no es la que siempre has cre獮o; la desesperanza que se escurre por hilo de la pena; cuando, en lugar de a la soluci鏮 final, contemplas la llegada del final de la soluci鏮; un so鎙do viaje hacia el sur en el que octubre se convierte en un cruel abril; la existencia convertida en un retorno eterno; el dolor del abandono filtrado como la luz a trav廥 de las vidrieras de una catedral; un indeseado par幯tesis de vida que, sin embargo, es un tiempo que pasa deprisa; el azar que trae el amor y juega con el destino en la autopista; la ignominia mordida por una picuda hasta arrancar el dolor y trocarlo en esperanza; cuando Borges solo es una gato maldecido por la traici鏮; la pasi鏮 que emerge irracional a la luz de mil lunas; el miedo que se tiene siempre, tan constante como inevitable.

Un pu鎙do de relatos, de retazos que acarician, que hieren, que adornan, que desfiguran o intentan dar sentido a una vida que pasa mientras tanto.