Crónica de la conquista de Granada: Tomo 1

Desde la desastrosa 廧oca en que la invasion de los 嫫abes y la derrota de don Rodrigo, timo Rey de los godos, echaron el sello ?la perdicion de Espa鎙, habian pasado cerca de ochocientos a隳s; y los pr璯cipes cristianos, recobrando sucesivamente los reinos que perdieron, habian reducido el se隳r甐 de los moros ?solo el territorio de Granada. Estaba situado este famoso reino en el mediodia de Espa鎙, confinando por esta parte con el mar mediterr嫕eo, y por la del norte con una cordillera de altas y escarpadas monta鎙s, cuya esterilidad se recompensaba largamente con la pr鏚iga fertilidad de los ricos y profundos valles que abrigaban en su seno. La ciudad de Granada, ocupando el centro del imperio, descollaba desde la falda de Sierra nevada, y cubria dos alturas y un valle fertilizado por el Darro. Sobre una de estas alturas se eleva el alc嫙ar real de la Alhambra, cuya capacidad es tanta, que pueden alojarse cuarenta mil hombres dentro de sus muros y torreones. Era fama entre los moros, que el Rey que levant?este suntuoso edificio, estaba instruido en las ciencias ocultas, y que el arte de la alquimia le suministr?los medios para ocurrir ?tan grandes gastos. Es efectivamente una obra sublime, y acaso superior en su g幯ero ?cuanto ha producido la magnificencia oriental; pues aun en el dia, el forastero que discurre por sus silenciosos y desiertos patios y desmantelados salones, contempla con admiracion la curiosa labor de sus dorados techos, y el lujo de los adornos, que ?pesar del tiempo y sus estragos, conservan todavia su brillantez y hermosura.